jueves, junio 14, 2012

Un momento nada más..



Un momento en que la emoción sube a la garganta y asfixia, un momento en que la palabra se adueña de ti y tu cerebro no sabe nada solo escribe porque el corazón así lo dicta.
Un momento en que la ingenuidad te aborda, un momento en que crees posible lo que no está escrito, un momento para idear un guión con final feliz o no, pero con desenlace digno de contarse.
Un momento para tumbarte boca abajo sin sentirte derrotado, un momento para irte y volver al instante.
Un momento para no aspirar nada porque todo lo presente te complace, un momento para mentirte y creerlo…
Un momento para susurrar y después gritar lo contrario.
Un momento para desistir de ser lo que tu canon te dicta, un momento para reírte por el temblor de tu mano expectante que sueña con crear buenas frases.
Un momento para dudar de que estés presente. Un momento para no pensar y centrarte en el vacío de tu estomago agazapado.
Un momento, un solo momento para pensar en ti, en tu palabra, en tu recóndito deseo de escribir la más bella historia que acredite la estancia de la mortalidad.
Un momento para desfallecer por la explosión interna de lo que quiso ser grande atado al cielo, porque el suelo lo escupió.
Un momento para llorar por lo que quisiste crear y quedo en boceto.
Un momento para respirar la canción de la radio, un momento para morderte la lengua y sangrar por dentro.
Un momento para entregarte al orgasmo diseñado desde hace tiempo.
Un momento para trabar el aplauso, ese aplauso que no hará más grande el momento de mi intimidad.









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